El espíritu navideño se apoderó ayer de mi cocina y nuevamente de mi horno ha salido esta deliciosa tarta que he decorado con estilo muy navideño y sin gluten, que hemos podido comer aún después de una señora comilona 😛

Como sacada de un escaparate, así quedó la tarta navideña de este año; inspirada en las clásicas burbujas con escenas navideñas que se suelen ver en los escaparates durante las festividades de nochebuena y fin de año; con casas de campo en pleno invierno, muñecos de nieve y árboles de navidad, solo le falta tener movimiento! 😛

Esta tarta es una mezcla de distintas cosas que he hecho antes, el bizcocho es de turrón blando de almendra (el clásico de siempre, el de Jijona) que como nos gustó mucho la otra vez hoy también quise repetir.

La casita también está hecha de bizcocho, con lo cual he horneado un poquito de la misma mezcla en un molde para magdalenas que posteriormente recorté para darle la forma.

Para decorar he utilizado nata montada y algunas figurillas hechas con fondant de azúcar, he hecho unos hombrecitos minúsculos sin mucho detalle. Si tienes sobrantes de fondant de diversos colores es un buen momento para reutilizarlos, siempre que te sobren guárdalos envueltos en film que luego sirven. Yo no tenía ni un pedacito, he tenido que pintarlos sobre la marcha y mancharme mucho los dedos

Para la cobertura y relleno he utilizado nata montada con azúcar y aroma de vainilla, distribuida en abundancia por toda la superficie de la tarta, simulando la nieve que desborda.

Como mis cupcakes de fresa-pino tuvieron mucho éxito, he colocado unos cuantos al rededor de la casita de bizcocho. La casita de bizcocho está forrada con fondant y con nata sobre el tejado simulando la nieve.

He rematado la decoración espolvoreando mostacillas de colores en los árboles y colocando los muñequinos de modo tal que parece que construyen un minúsculo hombre de nieve hecho también con nata montada.

Feliz Navidad y próspero 2014 a todos!! 😀