Hoy hemos cenado con estas deliciosas chapatinas de trigo sarraceno, crujientes por fuera y suavecitas por dentro; me han sabido de maravilla no solo por el hecho de estar recién horneadas sino también porque es mi primer intento de pan que pudiese estar adaptado a la gente que padece diversas intolerancias alimentarias.
Otra de las cosas que me hacen sentir contenta esta vez, es el hecho de haber podido elaborar mi propio pan sin hacer uso de harinas comerciales; en mi opinión creo que el pan sin gluten con harinas caseras sabe mucho mejor, en fin, te dejo por aquí mi receta por si te animas a prepararlo tu también en casa.
Receta de chapatinas de trigo sarraceno (sin gluten, sin lactosa y sin huevo)
Ingredientes (6 unidades):
- 275 ml de agua templada
- 150 gr de harina de trigo sarraceno
- 75 gr de harina de maíz
- 75 gr de harina de arroz
- 50 ml de aceite de oliva
- 5 gr de levadura seca de acción rápida
- 4 cucharadas de almidón agrio de mandioca
- 1 cucharadita de azúcar
- 1/2 cucharadita de sal
- semillas de chía para decorar (opcional)
Preparación:
Diluye el almidón agrio de mandioca en la mitad del agua, ponla a calentar a fuego medio removiendo constantemente hasta que se espese, se note transparente y se forme una especie como de «chicle». Retira y reserva.
Sin duda alguna, el truco para obtener esa elasticidad que le hace falta a nuestras masas sin gluten lo proporciona el almidón agrio de mandioca, es la segunda vez que lo utilizo y el resultado es fenomenal.
Por otra parte mezcla las harinas (trigo sarraceno, arroz y maíz) junto con la levadura seca, remueve todo para que quede distribuido uniformemente. Añade el aceite, el azúcar y la sal, por último incorpora poco a poco el almidón y amasa a la vez que agregas el resto del agua.
Verás como al principio se forma una bola pero conforme se amasa por más tiempo acaba convirtiéndose en una mezcla elástica. Normalmente amaso con ayuda de robot, hacerlo manualmente resulta muy cansado pero la verdad sea como sea merece mucho la pena.
Conserva en la nevera durante 2 horas a ser posible tapado con papel film, el levado en frío proporcionará una miga muchísimo más liviana y panes mucho más suaves. Una vez transcurrido el tiempo notarás que ha hecho como una «espuma» esto es por efecto del levado.
En la bandeja del horno, coloca una hoja de papel vegetal o alfombrilla de silicona; úntate las manos con aceite o mójalas en agua y coge porciones pequeñas de la masa, moldea cuidadosamente la forma y coloca sobre la bandeja dejando un margen de separación entre si.
Finalmente, para darle un acabado más bonito, he espolvoreado semillas de chía, pueden ser sino de amapola o sésamo, esto es opcional.
Una vez más deja reposar durante 15 minutos a temperatura ambiente y mientras tanto calienta el horno a 200 grados, transcurridos los 15 minutos introduce al horno y hornea durante 20 a 25 minutos. Verás como una vez fríos se cortan muy bien y tienen buena miga.
Una rica cena para una gran ocasión, Feliz día mundial del pan 2015!!!… para mí, sin gluten! 😀