Siempre me gustó la repostería, mi madre siempre me decía que tenía buena mano para hacer bizcochos, tartas y postres; cuando supe que era celíaca me frustraba un poco pensar en que algo que me gustaba tanto hacer ya no lo haría tan bien como antes, y es que tanto las recetas como los ingredientes cambian bastante.
Sin embargo, una vez superado el primer obstáculo quise aventurarme y dar un paso más y entrar al mundo de la repostería creativa. Hoy en día es bastante común encontrarnos con tiendas especializadas que venden toda clase de suministros y materiales para elaborar tartas de ensueño.
Me picaba el gusanillo por probar hacer algo chulo, y como entonces no había tanta demanda de productos de pastelería, me las tuve que ingeniar para fabricar mi propia pasta fondant que a continuación te explico como puedes preparar en casa y libre de gluten.
Receta de pasta fondant casera (sin gluten)
Ingredientes:
- 1 bolsa de nubes o marshmallows (la marca Miguelañez es sin gluten)
- 1 taza de azúcar glacé
- 2 cucharadas de agua
- aroma de vainilla
- mantequilla para engrasar
- colorantes comestibles en gel (marca Sugarflair son libres de gluten)
Preparación:
Antes de empezar he de decirte que es mejor conseguir nubes de color blanco para que al pintarlas no altere los colores, hoy en día hay más marcas sin gluten, sin embargo las únicas sin gluten (marca Miguelañez) que yo encontré en su momento tenían color rosa y blanco, puesto que habían detalles blancos en mi tarta tuve que separar los colores y me llevó un poquito de tiempo. En fin, es mejor que consigas nubes de color blanco.
En un cuenco previamente engrasado colocaremos las nubes y las rociaremos con el agua, pon al microondas durante 1 minuto en potencia mínima, retira y remueve con una cuchara de madera, es probable que todavía no se hayan fundido así que repite la operación 1 o 2 veces más hasta que estén totalmente líquidas y sin grumos.
Inmediatamente incorpora la mitad del azúcar glacé, por experiencia es mejor que esté tamizada para que no te queden bolitas dentro de la pasta, continúa mezclando rápidamente con la cuchara e incorpora el resto del azúcar; verás que a medida incorporas el azúcar la pasta se vuelve menos pingosa. El secreto para que la pasta fondant quede bien es añadir azúcar, azúcar y más azúcar, así que si ves que aquello sigue demasiado pingoso puedes añadir más.
Corta un trozo de papel film transparente, unta con mantequilla y vuelca el contenido del cuenco, envuelve y conserva en un armario cerrado durante al menos unos 3 días para que endurezca.
Transcurrido el tiempo de reposo ya puedes proceder a pintar las piezas que necesites, es mejor usar colorantes en gel (yo he usado de la marca Sugarflair, vienen etiquetados como sin gluten), los colores quedan más uniformes y se añade menos humedad a la pasta. Para pintarlos ayúdate de un palillo de madera, coge un poquito de colorante y úntalo en la pasta, con las manos intenta frotar y estirar muchas veces, te recomiendo veas el videotutorial que he preparado al final de esta publicación. Es mejor empezar poniendo poco pues así puedes añadir más y repetir la operación hasta llegar a la tonalidad deseada.
Lo que queda ya es moldear las figuras a tu gusto, ahora ya puedes sorprender a tu gente elaborando decoraciones divertidas en tus tartas y cupcakes, un último consejo es que recuerdes que el azúcar con el agua y con el calor no se llevan muy bien, así que tenlo presente si deseas conservar de recuerdo alguna figurilla porque normalmente siempre da pena comerlas!! 😛