Esta tarta está inspirada en uno de los viajes que hicimos en primavera al valle del Jerte, fuimos testigos del enorme espectáculo que la naturaleza nos ofrece todos los años y que dura a penas un par de semanas: Los cerezos en flor; sin duda una de las más bonitas experiencias que puedes disfrutar en España.
El bizcocho es de tipo genovés con un toque de almendra, decorada con algunas figuras de fondant pero en su mayoría
con chocolate plástico, receta que ayer compartía por aquí. Todos los ingredientes utilizados para elaborar esta tarta son sin gluten, así que a continuación te dejo más detalles.
Receta de bizcocho genovés con almendra (sin gluten)
Ingredientes (1 bizcocho):
- 150 gr de harina sin gluten (yo usé Schar Mix C)
- 100 gr de azúcar blanca
- 80 ml de aceite de girasol
- 100 ml de leche (marca KAIKU – sin lactosa)
- 30 gr de almendra molida
- 3 huevos
- aroma de almendra (Dr Oetker – sin gluten)
Para el almíbar:
- 100 ml de agua
- 50 ml de licor de tu elección (yo usé Marsala)
- 50 gr de azúcar blanca
Para el relleno:
- 200 gr de nata líquida para montar (marca KAIKU – sin lactosa)
- 2 cucharadas de azúcar glacé
- aroma de vainilla (Dr Oetker – sin gluten)
- cerezas al natural o al marsala
Preparación:
Separa las yemas de las claras y procede a añadir a las yemas el azúcar, aceite, la leche y el aroma de almendra (la marca Dr Oetker es sin gluten); bate con ayuda de unas varillas hasta que hayas conseguido una crema líquida y homogénea. Posteriormente incorpora la harina sin gluten tamizada, en mi caso usé de la marca Schar Mix C; en este tipo de bizcochos no se suele utilizar levadura.
Monta las claras a punto de nieve muy fuerte y añade poco a poco a la mezcla anterior, removiendo con ayuda de una espátula con movimientos suaves para no bajarlas; la clave de un buen bizcocho genovés es que éste tenga suficiente aire para que quede suave y esponjoso.
Cuando integres todas las claras, vuelca la mezcla en el molde de horneado; para el caso yo he usado uno de aluminio con base desmontable de unos 17 cm de diámetro que previamente he engrasado. Hornea a 180 grados (horno precalentado) durante unos 40 a 45 minutos, el tamaño y tipo del molde siempre influye a la hora del tiempo de horneado.
Para comprobar que ya está hecho puedes introducir un palillo de madera por el centro del bizcocho, si éste sale completamente seco, significa que ya es el momento de retirar del horno, deja que se enfríe completamente antes de desmoldar y decorar. Normalmente yo los suelo hornear por la noche y los decoro hasta el día siguiente.
Una vez frío y desmoldado has de comprobar que esté lo suficientemente liso, es decir, que no haya abultado por el centro como a veces suele pasar, si es el caso iguala la superficie recortando con ayuda de un cuchillo o sierra para que quede todo al mismo nivel; posteriormente recorta en 2 partes iguales para poder rellenar.
Como éstos bizcochos suelen ser un poquito secos, te recomiendo prepares un almíbar para «emborrachar» y que tenga una textura más agradable, para ello mezcla el agua con el licor de tu elección (en mi caso Marsala) y el azúcar blanca, ponlo en la sartén a fuego medio durante 8 a 10 minutos para que se evapore el alcohol y se diluya bien el azúcar y una vez frío procede a escurrir por ambas mitades del bizcocho.
Para el relleno he utilizado nata montada con azúcar y aroma de vainilla, a la que además he añadido unas cuantas cerezas al marsala que tanto nos han gustado, si te apetece puedes colocarlas al natural o en confitura.
Ahora a decorar…
Como todas las veces anteriores, me he anticipado a elaborar las figuritas de fondant (la marca KELMY es sin gluten) con algunos días de anticipación para dar tiempo a que secasen, sin embargo con los calores veraniegos de estos días, los pobres han quedado un poco inestables 😛
Para el árbol y los troncos que rodean el bizcocho he utilizado chocolate plástico, cuya receta y procedimiento puedes consultar en la publicación previa a ésta.
El chocolate plástico es parecido al fondant, en el sentido de que nos permite modelar figuras de manera muy fácil, puedes conservarlo durante muchos meses envuelto en papel film; en principio puede que te parezca muy duro, pero luego de amasarlo unos minutos verás como con el mismo calor de las manos va tornándose más flexible.
Una vez tengas las figuras déjalas secar durante unas horas a temperatura ambiente o en la nevera para que éstas se endurezcan.
Esta vez no he querido cubrir la tarta con fondant, sino más bien dejar el bizcocho un poco descubierto para que se vea el relleno, por ello he utilizado almendra molida pintada de verde para hacer el efecto hierba, los colorantes comestibles de la marca Sugarflair son sin gluten.
Además he cubierto parte de los bordes con almendra en cubitos y rematado la decoración con flores de cerezo hechas con fondant de azúcar y unas cerezas frescas que junto con unas hojitas de menta le han dado el toque final que buscaba.
Estoy muy contenta de poder celebrar otro año más juntos, y de poder compartir contigo nuestra felicidad que estoy segura se seguirá sumando año tras año 🙂 ❤ ❤
A por el siguiente!!