Hace mucho tiempo llevo suscrita al grupo de facebook 500.000 recetas para celíacos, un grupo maravilloso en el que más de 15.000 miembros comparten recetas, consejos y más experiencias relacionadas con el mundo de la celiaquía.
Un día (hace tiempos) alguien compartió un truco para aportar mejor sabor y textura a los panes sin gluten, no recuerdo quien fue, ni tampoco me quedé con la receta pero si con el ingrediente principal: el almidón agrio de mandioca; sin duda uno de los experimentos que quería comprobar y que a patir de hoy tomaré mucho en cuenta. Por ello y por el resultado tan bueno que tuve quiero dar las gracias a quien haya sido (ya sea que me lea o no) y por supuesto compartir contigo mi receta.
Receta de bollitos con almidón agrio de mandioca (sin gluten)
Ingredientes (4 bollos):
- 200 gr de harina panificable sin gluten (yo usé de la marca PROCELI)
- 150 ml de agua
- 50 ml de aceite de oliva
- 3 cucharadas de almidón agrio de mandioca (marca YOKI – sin gluten)
- 1 huevo
- 1/2 sobre de levadura seca de acción rápida (marca MAIZENA – sin gluten)
- 1/2 cucharadita de sal fina
Preparación:
Calienta el agua y añade 3 cucharadas de almidón agrio de mandioca, he de aclarar que existen 2 tipos de almidón de mandioca: uno dulce que teóricamente vale para bizcochos y el otro agrio especial para panes; es la primera vez que lo pruebo, tardé en encontrarlo pues en el supermercado no lo encontré sino más bien en tiendas especializadas de productos importados.
Remueve constantemente el almidón mientras va calentando el agua, notarás como se vuelve muy denso como si fuera chicle y que poco a poco en cosa de minutos se torna de color transparente, cuando eso retira del fuego y deja templar antes de usar.
En otro cuenco mezcla el huevo, aceite, sal, la mezcla de levadura y harina panificable sin gluten (en mi caso PROCELI) y la mandioca en forma de chicle, amasa vigorosamente hasta que todo se unifique. Verás como después de amasar un buen rato consigues una masa elástica y que ni siquiera se pega en las manos, yo quedé encantada!!
Una vez formada la masa, divide en 4 partes iguales y forma los bollos con la forma deseada, colócalos en la bandeja del horno dejando un margen de separación entre cada uno y procede a hacer un corte transversal en cada panecillo, unta la superficie con un poco de aceite y recubre con papel film, deja reposar durante al menos 1 hora en el horno cerrado y apagado.
Transcurrido el tiempo de levado verás como han hinchado casi al doble, retira del horno y quitales el papel film, hornea a 200 grados (horno precalentado) durante unos 40 minutos o hasta que se tornen de un hermoso color dorado.
Debo decir que el olor del almidón agrio de mandioca a mi gusto es bastante desagradable, huele como a queso viejo, pero una vez horneados los bollos la cosa cambia, ya que tanto su olor como su gusto en nada tienen que ver, maravilloso experimento, he conseguido una corteza increíble y una miga perfecta.
En definitiva, no hay nada mejor que un buen pan recién horneado, sobretodo cuando éste sabe tan bien 🙂