Por si solo el membrillo al natural es una fruta que no apetece comer a mordiscos, su sabor es bastante ácido e incluso agrio que no anima en nada. Sin embargo, preparado en configuras y dulces adquiere un delicado sabor y color que apetece repetir.
Mi receta del postre que hoy te comparto es realmente muy deliciosa, combina ingredientes que saben bien por si solos pero que juntos saben todavía mejor, y lo mejor de todo es que son libres de gluten y lactosa.
Receta de postre de membrillo con crema de almendra tostada
Ingredientes (4 raciones)
- 2 membrillos al natural
- 150 ml de agua
- 125 gr de azúcar blanca
- unas gotas de zumo de limón
Para la crema de almendra:
- 200 ml de nata líquida para postres (marca KAIKU – sin gluten, sin lactosa)
- 100 gr de azúcar blanca
- 75 gr de almendra molida y tostada
- 2 yemas de huevo
- 2 hojas de gelatina neutra
Preparación:
Empieza preparando la crema, como primer paso muele y tuesta las almendras para intensificar su aroma y color durante algunos minutos, retira y deja enfriar.
Mezcla las yemas con el azúcar con ayuda de varillas de cocina o batidora hasta blanquear, agrega la almendra molida y tostada y continúa mezclando hasta que se forme una pasta.
Pon a calentar la mitad de la nata (yo usé KAIKU – sin gluten y sin lactosa) y cuando empiece a hervir añade la gelatina neutra previamente hidratada, remueve hasta disolver.
A continuación incorpora la mezcla de las yemas con almendra, remueve hasta que todo se integre, retira y deja templar a temperatura ambiente. Por ultimo, monta la nata líquida (que deberá estar muy fría) e incorpórala a la mezcla removiendo cuidadosamente con una espátula, reparte en 4 cuencos y conserva en la nevera durante al menos unas 2 horas para que cuaje.
Mientras tanto pon a cocer los membrillos cortados en gajos en el agua con azúcar y unas gotas de zumo de limón. Cuando éstos estén blandos retira del almíbar y redúcelo unos 10-15 minutos para que espese.
Conserva los membrillos en la nevera hasta el momento de servir los postres, desmolda la crema de almendra, colócala en el plato y por encima los trozos de membrillo, escurre un poco del almíbar y listo.
Te puedo asegurar que es un postre de 10, casi no me ha dado tiempo a sacar fotos curiosas, tenía a los comensales muy impacientes 😛