Desde muy pequeño mi marido siempre fue fan del ajedrez, participó en una buena cantidad de torneos habiendo ganado muuuchos trofeos que a día de hoy nos recuerdan lo que fue una gran etapa de su vida.
Como un homenaje a su afición por este deporte, le he preparado esta tarta con mucho cariño para desearle un feliz cumpleaños. He horneado 2 bizcochos, uno de chocolate y otro de vainilla, ambos con harina sin gluten (marca Schar Mix C).
Para la decoración (el tablero y las piezas) he usado chocolate plástico, éste se suele encontrar en tiendas especializadas de pastelería o puedes elaborarlo fácilmente en casa, para ello necesitarás las mismas proporciones de chocolate (negro o blanco) y sirope de maíz (KARO– sin gluten) o glucosa.
Funde el chocolate al baño maría o al microondas e incorpora el sirope de maíz o glucosa, mezcla rápidamente con ayuda de una cuchara; verás que obtienes una mezcla densa y elástica. Envuelve en papel film y deja que enfríe a temperatura ambiente durante unas 2 horas antes de utilizarlo.
Puede que existan moldes para hacer las piezas de forma más sencilla pero yo las he hecho a mano, utilizando el chocolate plástico es realmente fácil, prácticamente es como usar fondant.
Una vez que esté seco notarás que ha endurecido bastante, no pasa nada, corta la cantidad que necesites y amasa hasta que se ablande y recupere elasticidad, con el calor de las manos notarás que se vuelve dócil y fácil de moldear. Formadas las piezas deja secar para que vuelvan a endurecer.
Para el tablero extiende el chocolate plástico con un rodillo al igual que el fondant, recorta cuadrados a medida tanto de chocolate blanco y negro que luego haz de colocar en la superficie. Previamente tendrás que haber rellenado la tarta; yo utilicé nata montada con azúcar y cacao en polvo; ésta misma crema la he usado para untar por la superficie para asegurar que las piezas del tablero se adhieran.
En una manga pastelera con boquilla rizada, coloca el resto de la crema del relleno y utilízala para cubrir los bordes de la tarta, conserva en la nevera hasta el momento de presentar.
Como nunca puede faltar en mis tartas, he hecho un muñequín (con un poco de prisas) que he colocado por en medio de la tarta a último momento junto con las piezas.
Nos ha dado mucha penita tener que partirla, cuando mi marido vio la tarta además de quedar con la boca abierta 😯 no pudo evitar jugar una partida jejeje
Felicidades a mi deportista! 😎