Desde que vine a vivir a España, casi todos los fines de semana íbamos de visita a la churrería de la esquina, cuando los probé la primera vez me enamoré de ellos, que sabor, que olor y que crujiente más delicioso!, si a eso le acompañas la taza de chocolate para mojar ufff!!
En fin, que luego de cada atracón de churros mi barriga siempre sufría las consecuencias y aún no sabía porque. Después del diagnóstico eso quedó olvidado, hasta hoy. Finalmente he podido volver a comer churros!!, pero esta vez sin gluten, me han quedado tan buenos como los auténticos (o al menos eso me pareció a mi) así que por ello aquí comparto la receta.
Receta de churros sin gluten
Ingredientes (2 raciones)
- 1 y 1/4 taza de harina sin gluten (yo usé Schar Mix B)
- 1 taza de agua
- pellizco de sal
- trocito de mantequilla o aceite
- la piel de 1/2 limón
- aceite para freír
- azúcar blanca para rebozar
Preparación:
Pon a calentar el agua en una olla, añádele la sal, la mantequilla o aceite y la piel de limón (no ralladura), intenta no arrancar la parte blanca de la piel del limón pues ésta suele amargar. No es necesario que el agua esté hirviendo, con solo que veas que ya empieza a calentar retira del fuego, quita las pieles de limón y vuelca la harina de golpe (yo usé de la marca Schar Mix B), mezcla inmediatamente con una cuchara de palo hasta formar una masa consistente y homogénea (sin grumos) y deja reposar hasta que enfríe completamente.
Normalmente la receta tradicional de los churros indica que se debe usar misma cantidad de harina que de agua, yo he puesto un pelín más de harina pues estas harinas nuestras sin gluten son un poco «especiales».
Pon abundante aceite a calentar, si tienes freidora mejor aún. Deposita la masa en la churrera o manga pastelera (es mejor siempre una churrera) y cuando el aceite esté bien caliente formar los churros directamente. Freír hasta que hayan cogido color, retirar e inmediatamente rebozar en azúcar blanca y escurrir en papel absorbente para retirar el exceso de grasa.
Para freírlos es mejor que la temperatura no esté demasiado alta pues de lo contrario cogerán color rápidamente pero por dentro puede que nos queden poco hechos. Esto dependerá también del grosor que tengan los churros según la boquilla que utilicemos.
A desayunar!!… y sin gluten 😀