¿Yo, celíaca?

A veces las malas noticias resultan ser realmente buenas. Durante toda mi vida sufrí malestares y molestias estomacales sin ningún motivo aparente, sin saber porque de pronto me encontraba muy cansada y con pocos ánimos de nada y con aquella sensación de que mi estómago tenía vida propia!!

Todavía me acuerdo cuando salí de la consulta de Digestivo, el médico me acababa de confirmar luego de ver los resultados de mis analíticas que era celíaca y yo no tenía muy claro lo que aquello significaba. Aquel día, ante la noticia, mi actitud era un poco despreocupada porque en su vaga explicación el médico me dijo que no podía tomar trigo y otros cereales que contiene gluten (avena, cebada y centeno), pensé que no sería para tanto y que únicamente tenía que evitar comer pan y listo!… pues no.

Al llegar a casa empecé a documentarme un poco más y a investigar por Internet, con lo cual me enteré de la existencia de la Asociación Celíaca del Principado de Asturias – ACEPA, a donde acudí personalmente la cabo de unos días. Debo decir que me atendieron muy amablemente y me dieron una extensa charla relacionada con el tema y mucho material de lectura que explicaba con detalle en que consiste la EC (enfermedad celíaca), sus causas, entre otras cosas.

Acudir a ACEPA fue lo más acertado que pude haber hecho como primer paso, pues no sabía nada acerca del tema de la celiaquía y de lo que significa la contaminación cruzada, eso de que por nada que te caiga una miga de pan en el plato o por temas de higiene en los utensilios te puedas fastidiar la dieta.

Me explicaron que el gluten no solo se puede encontrar en el pan o en los productos a base de harina, puedes encontrarlo hasta en productos donde menos te lo esperas, por ejemplo en infusiones a través de aromas o colorantes, y que por ello la primera regla del celíaco cuando vas de compras es prestar especial atención al etiquetado de los productos, revisar bien los ingredientes y saber distinguir cuando un producto se puede consumir sin problemas. Además me dieron una lista de sitios de confianza donde poder ir a comer sin riesgo de que me siente mal, en fin, habían tantas cosas que yo no sabía que después de eso ya empecé a tomármelo más en serio.

Al principio parece que asusta porque no tienes ni idea de por donde empezar, que si la higiene, que si las trazas, que si las etiquetas de los productos que compras, que si ya no puedes ir a comer fuera a cualquier sitio, en fin… son tantas cosas juntas de las que tienes que estar pendiente que puede parecer agobiante e incluso deprimente, sobretodo cuando te vas dando cuenta que has tenido que quitar una buena lista de sitios a donde te gustaba ir y de cosas que te gustaba comer y ahora ya no podrás volver a comerlas nunca jamás!.

Poco a poco, he tenido que acostumbrarme a vivir sin gluten, es verdad que a veces apetece pegarle un mordisco a algo «prohibido», sobretodo si se es glotona como yo 😛 pero cada vez que me apetece pienso en el daño que me hace y que aquello no compensa; con lo que me he tardado en recuperar y a la fecha todavía tengo secuelas. Este es otro punto muy importante, la recuperación no es igual para todos, algunos recuperan muy pronto, otros no, todo depende de que tanto daño tengas, a veces eso puede ser también un poco frustrante, muchas veces incluso llegué a poner en duda si realmente era o no celíaca, pues me ha tomado 4 largos años notar una leve mejora que solo con paciencia y una dieta 100% libre de TACC (trigo, avena, cebada, centeno) he podido conseguir.

Al final de cuentas llevar una vida sana es más importante que el privarnos de cosas que disfrutamos en el momento pero que a la larga nos hacen tener peor calidad de vida. Haber descubierto que soy celíaca ha sido la mejor noticia que el médico me pudo dar, pues se que con constancia y disciplina algún día podré llevar una vida completamente normal.

Así que si te han diagnosticado la celiaquía recientemente no te asustes ni te desanimes, tampoco te sientas diferente; nuestra comida tampoco es comida de marcianos, simplemente sustituimos unas cosas por otras. Hoy en día la gente te mira raro si va a comer a algún sitio y preguntas por los ingredientes que lleva tu plato, se creen que por un poquito de gluten que te caiga no pasa nada cuando en realidad si nos afecta y bastante, muchos piensan que ser celíaco es estar a la moda solo porque algunos famosos hacen dieta sin gluten para sentirse mejor; hemos de hacer conciencia de que ser celíaco no es una opción, y que la dieta sin gluten es la única alternativa que tenemos para estar y sentirnos bien, confío en que algún día no muy lejano así será.

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