Todavía queda mucho verano y nosotros seguimos compartiendo recetas de postres fresquitos como el que hemos preparado hoy; muy refrescante, delicioso y sin complicaciones, ideal para tomar en días de mucho calor, además sin gluten y sin lactosa.
Hacía mucho tiempo que vi esta idea de receta y tenía muchas ganas de intentar hacerla en casa, se trata de la flotatina, que no es más que una gelatina pero que «flota»; se puede hacer de cualquier sabor pero en este caso he optado por usar la fruta favorita de mi marido, el mango.
El resultado como ves es muy vistoso, pues el corte que queda es fantástico y no tiene ninguna complejidad, únicamente debes anticiparte al menos unas 4 horas antes de prepararla. Si quieres saber más detalles continúa leyendo esta publicación que a continuación te explico como prepararla, espero te guste y te animes a intentarlo tu también en casa, a mi me ha resultado muy original y muy divertido 🙂
Receta de flotatina de mango con yogur (sin gluten – sin lactosa)
Ingredientes:
Para el relleno de yogur:
- 200 ml de nata para postres (KAIKU – sin lactosa)
- 100 ml de leche (KAIKU – sin lactosa)
- 2 cucharadas de azúcar
- 5 hojas de gelatina neutra
- 1 yogur natural (KAIKU – sin lactosa)
Para la capa exterior:
- 400 gr de pulpa de mango
- 100 ml de agua caliente
- 5 hojas de gelatina neutra
- 50 gr de azúcar (opcional si el mango no es lo suficientemente dulce)
Preparación:
Antes que nada, decirte que si no quieres complicarte mucho con la receta, en lugar de hacerla con fruta natural también puedes utilizar gelatina en polvo de la que que ya viene con sabores; solo deberás prestar atención en las etiquetas para comprobar que sea libre de gluten y/o lácteos y seguir las indicaciones del paquete.
Lo primero que haremos será preparar el relleno, para ello pondremos a calentar en una sartén la leche (en mi caso de la marca KAIKU – sin lactosa) y el azúcar, mientras tanto hidrataremos las hojas de gelatina neutra en un poco de agua al tiempo. Cuando la leche empiece a hervir, escurre las láminas de gelatina e incorpóralas a la leche, retira la sartén del fuego y remueve hasta que se hayan disuelto completamente. Reserva.
En un cuenco, monta la nata para postres y posteriormente añade el yogur natural (tanto la nata como el yogur los he usado de la marca KAIKU – sin lactosa); agrega la leche con la gelatina disuelta y mezcla hasta integrar completamente y que no se vean grumos, preferentemente utilizando una espátula de cocina.
Tengo que decirte que la receta original en lugar de usar yogur mandaba usar queso tipo philadelphia, pero dado que a mi marido no le gusta el queso (nunca he entendido porque) he optado por usar yogur, el resultado al final siempre resulta muy bueno.
Vierte esta mezcla en el molde de tipo bundt cake (en mi caso lo he usado de silicona) y conserva en la nevera durante al menos unas 2 horas para que cuaje.
Transcurrido este tiempo procede a desmoldarlo sumergiendo el molde en un poco de agua caliente durante aproximadamente 1 minuto. La idea es que se desprenda de toda la superficie para dosificar la capa externa.
Una media hora antes de desmoldarlo te recomiendo prepares la capa externa, ya sea diluyendo la gelatina en polvo del sabor que hayas elegido, o preparándola tu mismo(a) con fruta natural como lo he hecho yo; para ello pela y corta la pulpa del mango mango en trocitos pequeños y saltéalo en la sartén con el azúcar; puedes prescindir de azúcar si el mango es lo suficientemente dulce, yo he añadido un poco nada más.
Cuando el mango haya soltado todo su jugo, retira del fuego y pasa por la licuadora hasta que quede una papilla, y cuélala para que quede más fina; la pulpa de mango tiene pelillos que por más que los licuemos es probable nos encontremos alguno y aunque el mango tiene buen sabor, la sensación de encontrar pelillos no es muy agradable al gusto, bueno… al menos a mi no me gustan 😛
Hidrata las láminas de gelatina y una vez que estén suaves calientalas con el agua mezclando hasta que se disuelvan, añade esto a la pulpa del mango y mezcla hasta que todo se integre. Deja templar esta mezcla durante unos 15 minutos a temperatura ambiente.
Ahora llega el momento de la magia… en el mismo molde vuelca por encima del relleno de yogur que previamente habrás despegado haciendo movimientos giratorios para que la mezcla de mango baje al fondo y la gelatina de yogur suba, verás como al cabo de unos segundos flota por efecto de la densidad.
Con mucho cuidado, introduce en la nevera y conserva durante al menos otras 2 horas antes de intentar desmoldar nuevamente. Mi recomendación es que lo dejes enfriar cuanto más tiempo puedas, ya que entre más frío resulta más refrescante.
Para desmoldarla, sigue el mismo procedimiento que te explicaba antes, sumergiéndola en agua caliente durante más o menos un minuto, cuando veas que las orillas se han soltado por si solas, coloca un plato por encima y vuelca, verás que brillo y que consistencia más buena la que tiene y además está buenísima!! 😀
¿Te animas a prepararla?